Extraño “Deja Vu”

Magno estaba tumbado en el sofá. Relajándose con el pausado ritmo del reloj, y la continua voz del hipnotizador que le ayuda a entrar en un estado hipnótico. Quiere llevar a cabo una terapia de regresión.

Magno se encuentra dentro de sus sentimientos, pasiones, recuerdos nunca explorados, envuelto por un confort y una paz surrealista. Mientras entra en el estado de trance, busca el objetivo de su terapia de regresión: una mujer llamada Saula y una vida extrañamente parecida a la suya.

Magno se sumerge más y más en su hipnosis. Conoce, cada vez que cierra sus ojos, el sueño que se repite cada noche, el mismo de cada día.

Una casa, un camino hacia ella, dentro unas escaleras. Magno sube por ellas, y dentro de una habitación se encuentra el reflejo de una mujer. Magno puede sentir todas sus emociones y vivir más claramente su sueño gracias al estado hipnótico. Puede contemplar la cara de la mujer claramente, y preguntarle el porqué de estar allí, siente que ella le quiere decir algo, y que por eso le conduce cada noche. Se trata de una historia amarga, que le hace el alma a pedazos.

Esa mujer, Saula, le quiere contar la verdad sobre el asesinato que causó su muerte. No puede escapar de sus sueños, esta encerrada en su mente, en sus sentimientos guardados en el interior de su cuerpo.

Magno de repente, se encuentra fuera de la terapia. No puede vivir sin encontrar explicaciones a esa vida paralela, una vida que le resulta raramente familiar, como si ya la hubiera vivido. Necesita saber toda la verdad sobre ella para poder ser libre y estar en paz. La llave de esa vida esta en sus sueños, y no se detendrá hasta encontrarla.

Magno se da cuenta que los sentimientos de Saula se encuentran también, dentro de él. Dos almas compartiendo un mismo cuerpo.

Al salir de su casa, encuentra a un anciano. Rápidamente le cuenta que justo allí se asesinó a una mujer, pero la historia sigue siendo un misterio sin revelar. Al intentar preguntarle, el anciano le respondió que las respuestas a sus preguntas se encontrarían en su futuro, actuando solo.

De repente se oye la voz del hipnotizador: “Es hora de ver como murió, la muerte no es el fin, solo una transición”.

Dentro de su mundo puede leer un diario: el asesino se suicidó después de matar a la mujer. Un testigo aun vivo (Eduard) cuenta que al oír un extraño sonido, encontró a una mujer con un disparo, y el asesino de pie, que posteriormente se pegó un tiro en la cabeza. Julian, el asesino, estaba saliendo con Saula, pero esta lo dejó por adicción a las drogas. Saula le dijo que podrían juntare de nuevo, con la condición de que enderezara su vida. Magno busca dentro de sus sueños, Julian tiene una nota en sus pies: “Preferiría morirme antes que vivir sin Saula”.

Magno nota mas que nunca, la sensación de uniformidad con Saula, la reencarnación de su alma, se junto con él. Todo lo aprendido por ella, se llevó más allá de la vida, lo que fue en una vida pasada, es lo que es en el presente.

Magno está despierto de nuevo. Necesita ver la tumba de Saula. Quiere llorar sus penas, consciente de que fue asesinada injustamente. Quiere expresarle todo lo que siente por ella, lo poco que pudo hacer aquella noche de tragedia. Magno sabe que todo lo sucedió a través de los ojos de ella, también sucedió a través de sus ojos. Toda su propia vida ha estado observándola a través de los ojos de ella.

Al llegar a la tumba, Magno puede comparar la muerte de Saula con la suya, perder a alguien que amas toda tu vida, desde todo corazón. Deja fluir el dolor de Saula a través de él, deja que fluyan sus imágenes por toda su cabeza, sumergida en un mar de tristeza. Comprende que el dolor que le ha causado toda esta historia era necesariopara aceptar su muerte en una vida anterior a la actual, comprendiendo por fin, el porqué de su persecución en sueños.

Magno ve a través de Saula: Eduard era hermano de Julian, que lo dejó solo por preocupación a su adicción. Saula lloraba en el hombro de Eduard, que se siente atraído por ella, quien en primer lugar se siente culpable por traicionar a su hermano, su obsesión es mayor que su sentimiento de culpabilidad y seduce a Saula en el estado que se encuentra.

Morgan ya empieza a entender todo lo sucedido, sabe que detrás de esta historia ay mucho más que contar, y tiene unas ganas locas de empezar su próxima sesión terapéutica para sumergirse de nuevo en el mundo de Saula. Quiere resolver el misterio de una vez por todas.

Nick está otra vez bajo hipnosis, aunque esta vez es la última. Magno ya comprende por fin, que su alma seguirá existiendo más allá de su vida y que por eso ya no teme a la muerte. Se le aparece Saula en el presente: le dice que se vaya y no sufra más, ya le ha revelado toda la verdad sobre ella, no quiere que la olvide. En este punto siente una paz interior extrema, ya que ha podido satisfacer tanto a Saula como a su propia obsesión. Magno entiende que la razón de toda esta historia y todo lo sucedido, no es más que una moraleja. La muerte no es el fin, sino una transición.

Morgan empieza ha recordar, a través de los ojos de Saula.

Saula y Julian decidieron reunirse en secreto para poder hablar tranquilamente en secreto. Ella está excitada, ya que no duda de su amor ante Julian, es a él a quien siempre ha amado, y por eso su gran motivo para romper con Eduard. Está segura a quien quiere más de los dos, y ese es Julian. Tiene miedo de que Julian mate a Eduard si se entera de su relación con ella.

Al llegar al sitio acordado, se reúnen sin que nadie lo sepa,

o eso piensan. Eduard ya sospechaba de las intenciones de su hermano, y de que lo quería matar si se interponía en sus caminos. Eduard aparece de repente en la reunión y empieza a forcejear con Julian. De la chaqueta de Julian, caen una botella de licor y un cuchillo, pero antes de que Julian pueda usarlo Eduard ya le ha disparado dos tiros en el cuerpo. Saula empieza ha chillar pidiendo socorro. Al correr con zapatos de tacón, se cae bruscamente en el suelo. Eduard le dice: “abre los ojos Saula”, tras lo cual dispara dos veces en la cabeza de Saula. Julian con sus últimos suspiros, puede llegar al cuerpo de Saula y ponerse encima su cuerpo ya muerto. Saula y Julian han muerto bruscamente, y sus cadáveres se encuentran juntos, como en un principio tendría que haber ocurrido.

Eduard, que a pesar de ser adicto, no tiene un pelo de tonto, pone una nota en la chaqueta de Julian: “Preferiría morirme antes que vivir sin Saula”.

Esta nota es la clave que le ayudará a interpretar su rol como falso testigo de su propio asesinato.

Magno se despierta de su última terapia hipnótica. Ya puede ir a donde sea, Magno está en paz interior, relajado y satisfecho se sus acciones para satisfacer a dos almas encerradas en un mimo cuerpo.

l hipnotizador dice a Magno que ya no hace falta que haga más sesiones con el, que vaya a su casa y se toma un whiskey bien frío con hielo. Magno coge su coche con intención de volver a su casa. Al llegar a su casa, Morgan enciende la televisión, para poder ver las noticias. Llevaba más de tres meses en estado hipnótico, para poder así saciar su sed de tranquilidad y libertad. Morgan aún siente a Saula gritar en su interior, golpeando la puerta que trae a este mundo.

Morgan ya puede dormir en paz, sin preocuparse por su extraño sueño vivido durante muchos años.

Morgan coge sabanas nuevas, y se hace la cama. Ya echaba de menos la suavidad se sus colchones. De golpe despierta en el sofá de su casa, con la televisión encendida, pero sin volumen. ¿Había vivo todo lo sucedido anteriormente, o era todo un sueño creado por su complexa mente? Escucha el sonido de la puerta principal, apaga la televisión y se dispone haber quien a entrado en su casa.

Es un hombre alto, de pelo castaño, con los ojos verdes, nada gordo, vestido con una bata muy extraña. El hipnotizador le grita: “Abre los ojos Magno, esto es la realidad”. El cuerpo de Magno cae bruscamente en el suelo impregnado de sangre. El hipnotizador, el alma reencarnada de Eduard, ha matado a Magno.

Dos almas perturbadas y modificadas por una misma persona. Eduard al ver que su faena había terminado, se sienta en el sofá de la casa de Magno, y cierra los ojos, para no volverlos abrir nunca más.